Concepto de Historia
"La ciencia de los Hombres en el tiempo"
Generalmente nos preguntamos qué es la historia y para qué sirve. Pero para ello debemos saber que designa la palabra historia:
• “Los hechos que sucedieron y están sucediendo”. Esta historia que construimos y de la que somos protagonistas en nuestro hacer cotidiano. En suma el desenvolvimiento de la vida humana.
• La ciencia histórica, es decir, el estudio de este desenvolvimiento.
• El objeto de la historia como que hacer científico es el ser humano, sus realizaciones y proyectos. Por eso se la define como “la ciencia de los hombres en el tiempo”. Estudia el pasado de la humanidad y nos permite conocer cómo se organizan las diferentes sociedades, cómo nacieron y se desarrollaron, las instituciones, el lenguaje, el pensamiento, las manifestaciones artísticas y técnicas, las relaciones sociales afectivas y económicas.
¿Para que estudiamos historia?
¿Y para qué sirve estudiar el pasado de la humanidad? La historia puede servir para razonar y comprender, para entender el presente y lo que nos rodea, Las raíces del presente las descubrimos en el pasado: las transformaciones de la economía, da la estructura social, de las creencias, del comportamiento humano.
Si nos inquieta saber, por ejemplo, el origen del sistema democrático, debemos remontarnos a la historia de la Grecia antigua. Allí surgió por primera vez, varios siglos antes de Cristo, una forma de gobierno representativa de la voluntad popular que aunque con características diferentes aún sigue vigente.
“Los seres humanos somos hijos de una larga tradición histórica”. Tomar conciencia sobre el pasado nos permite como parte de la historia humana que se inició hace muchísimo tiempo. El estudio de la historia puede ayudarnos a establecer relaciones significativas entre el pasado, el presente y el futuro.
Cambios y permanencias
La historia implica un esfuerzo por conocer que tiene su propia dinámica: el cambio y la continuación. No es fotografía sino película cinematográfica, un proceso. En ellas se producen cambios, actores que desaparecen proyectos o pensamientos que varían. Pero también hay formas de vida que permanecen en el tiempo. Saber en cada caso qué permanece y qué cambia es una tarea esencial para el historiador.
Ubicación Temporal
Hemos definido a la historia como la ciencia de los hombres en el tiempo, ya que se ocupa de estudiar el desenvolvimiento de la humanidad a través del tiempo. Por ello, el historiador necesita ubicar los hechos históricos “temporalmente”, es decir, establecer un determinado orden y fechas de los sucesos históricos. En esto la cronología, ciencia que se ocupa de medir y registrar con exactitud el tiempo, es una auxiliar principal. La historia tomó el nacimiento de Cristo como fecha central para contabilizar los años. Todos lo sucesos ocurridos en el mundo antes de Cristo se ordenaron de acuerdo con el año ante de Cristo que sucedieron (a.C) y los acontecimientos acaecidos después de su nacimiento, en años después de Cristo (d.C) o años del Señor. Si trazamos una línea recta que represente el tiempo y en ella marcamos los años y los sucesos, obtendremos un gráfico como el que aparece en pie de página.
Para una mayor practicidad en el cómputo del tiempo, los años fueron agrupados en décadas (10 años), siglos (100 años) y milenios (1.000 años). De esta manera cuando hablamos del 476 d.C nos estamos refiriendo al siglo V de nuestra era. Y cuando mencionamos la aparición de la escritura en el tercer milenio antes de Cristo, estamos indicando que surgió 3.000 años antes del nacimiento de Cristo.
De este modo se obtuvo una forma general para establecer fechas.
Sociedades y Tiempo
“Sabemos que la vieja historia tradicional, que se nos enseñó a nosotros, tiene de malo, y la hemos sometido a una crítica despiadada y convincente. Pero no resulta tan fácil como ha de ser la “nueva”, que ocupe su lugar… Construir esta nueva historia, es algo que no se logrará como resultado inmediato de una conversión, moral o metodológica, a nuevas y mas progresivas concepciones. Si no que exigirá un largo trabajo colectivo de elaboración, tanto rectificación y enriquecimiento. La tarea es dura, pero merece la pena hacerlo. Por que sólo así se podrá conseguir que la enseñanza de la historia se convierta en instrumento de reflexión crítica que ayude al estudiante a comprender mejor la sociedad en la que vive.
FUENTES CONSULTADAS:
VÁZQUEZ DE FERNÁNDEZ, Silvia. La Humanidad, desde sus orígenes hasta fines del milenio. Buenos Aires. Ed. Kapeluz, 1.998.